Primer trimestre 2023

Estimado Inversor

Las últimas semanas del primer trimestre del año han estado protagonizadas por la crisis bancaria originada en EE.UU. tras la caída y posterior rescate del banco regional Silicon Valley Bank, seguido pocos días después en Europa del colapso del banco suizo Credit Suisse, absorbido posteriormente por su rival UBS AG, con el apoyo de las autoridades suizas.

En este entorno, la volatilidad en los mercados ha sido la tónica general, aunque las bolsas consiguen cerrar el trimestre en territorio positivo, concretamente del +7,8% para el caso de acciones europeas, medido por el índice STOXX Europe 600 y del +5,1% para el S&P 500 americano medido en euros. Los bonos a diez años, tanto alemán como español, despiden el trimestre sin mucha variación frente al cierre de año, 2,3% y 3,4% respectivamente. Por su parte, el Euribor a un año en Europa se eleva hasta el 3,6% desde el 3,3% de finales de año, aunque por debajo del casi 4% que alcanzó a mediados de marzo.

Resumen de la reciente crisis bancaria

En su carrera por intentar domar la inflación mediante una política monetaria más restrictiva, los principales bancos centrales se enfrentan ahora a un dilema importante: seguir subiendo o no los tipos de interés, ya que la rápida subida de los últimos meses está detrás de la reciente crisis que ha afectado a los bancos más vulnerables, concretamente bancos regionales americanos. En esencia, la combinación en EE. UU. de una laxa supervisión regulatoria y una gestión de riesgos mejorable, explica la vulnerabilidad de dichos bancos ante el nuevo escenario de tipos de interés más elevados.

Si bien la regulación estándar internacional de la banca se regula por la normativa conocida como Basilea III cuyo objetivo es el de fortalecer la regulación, supervisión y gestión de riesgos del sector bancario, la diferencia clave estriba en la forma en la que dicha regulación se traspone a las diferentes jurisdicciones geográficas. Concretamente, la Unión Europea traspuso jurídicamente este marco regulatorio a través de unas directivas y reglamentos centrados en fortalecer aún más la supervisión y los requisitos de capital de los bancos y, por ende, haciéndolos estar mejor preparados ante eventos como los vividos ahora. De ahí que, ante la crisis reciente, el comisario de economía de la UE, Paolo Gentiloni, descartara la posibilidad de contagio real en los bancos europeos.

La realidad de la banca a ambos lados del Atlántico es, efectivamente, muy distinta.

Incluso dentro de Europa, la regulación de países como Suiza, es muy diferente de la de sus países vecinos de la Unión Europea, vean el ejemplo de Credit Suisse.

Con casos así,uno puede entender mejor el porqué de una mayor supervisión y exigencia por parte de las autoridades europeas, nada como estar en la UCI para valorar la vida y prevenir comportamientos de riesgo a futuro. Es esto precisamente lo que marca la diferencia con EE.UU., Suiza y otras geografías, y lo que hace difícil que la crisis americana o suiza pueda contagiarse a otros bancos europeos.

Inversión inmobiliaria

Hasta ahora, en un entorno de tipos de interés en descenso, incluso los valores de los activos no competitivos aumentaban porque los tipos de interés más bajos hacían subir su valor de mercado. No obstante, los tipos de interés han dejado de bajar. “La estrategia clásica de comprar y mantener ha perdido su posición competitiva ante comprar y gestionar.

Nos encontramos en un escenario de subida de los tipos de interés y riesgo de recesión que está afectando a la confianza de los inversores inmobiliarios en todo el mundo. Sin embargo, si bien hay presión sobre los precios de los activos, como la renta variable, los bonos o los bienes inmuebles, cuando la inflación y los tipos de interés aumentan, el sector inmobiliario puede ver crecer sus ingresos. Por ello, considera que “el sector inmobiliario sigue siendo relativamente atractivo como clase de activo, especialmente en un entorno inflacionario”.

“Creemos que el sector inmobiliario puede seguir proporcionando resultados atractivos a largo plazo ajustados al riesgo (ajustados a la inflación). En el futuro, sin embargo, el tipo y la ubicación de un inmueble desempeñarán un papel aún más importante que en el pasado: los edificios no competitivos con una menor demanda de inquilinos verán disminuir sus rendimientos y su valor. Saber en qué activos invertir será crucial para evitar riesgos a la baja”, explica.

Como detalla, dado que los alquileres inmobiliarios en Europa a menudo están vinculados al índice local de precios al consumo, “la inflación también puede conducir a mayores ingresos para los propietarios de bienes inmuebles, lo que refuerza el valor de las propiedades”. Además, señala que la actividad de arrendamiento y la demanda de alquiler son relativamente fuertes, al contrario de lo que ocurrió, por ejemplo, durante la recesión de principios de la década del 2000 y la crisis financiera mundial.

No obstante, avisa de que las inversiones inmobiliarias corren el riesgo de verse afectadas por la rápida evolución macroeconómica a corto plazo. “Al mismo tiempo, los inversores inmobiliarios suelen tener horizontes de inversión a largo plazo, lo que hace que sea aún más importante vigilar las megatendencias a largo plazo que generan desequilibrios entre la oferta y la demanda en determinados lugares y sectores”, dice.

De hecho, hace referencia a los desequilibrios entre la oferta y la demanda, que se dan por ciudades y por sectores. Y esto ha dado lugar a una perspectiva diferenciada del mercado tanto para el crecimiento del alquiler como para los rendimientos totales. “En este entorno es importante un análisis exhaustivo: solo algunos mercados podrán ofrecer rendimientos totales que compensen el riesgo de los inversores”,

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Atentamente,

David 3

Atentamente,

EQUATH Investments
David Duran
Socio Fundador

Barcelona, 22 de abril de 2023